La experiencia como ciclista fue increíble. La ubicación del hotel está en el corazón del centro, permitiendo fácil acceso a rutas pintorescas. Las instalaciones son impecables y reflejan tanto la modernidad como la cultura local. Después de un día en la bicicleta, la piscina al aire libre fue un verdadero alivio fresco, perfecta para relajarse y reponer energías.

Sin embargo, el menú en el restaurante podría ofrecer más variedad, lo que sería ideal después de un largo día de ciclismo.

Hotel con encanto y buen servicio

Me encantó el ambiente del lugar, súper acogedor y con un diseño que se siente único. El desayuno era delicioso, siempre fresco y variado. Roberto nos hizo sentir muy bienvenidos y nos ayudó a descubrir algunos lugares increíbles. Aunque, el baño de nuestra habitación no tenía mucha privacidad, lo cual fue un poco incómodo a veces.

diseño y decoración exquisita, ubicación inmejorable, terraza con vista parcial

La propuesta gastronómica podría mejorar considerablemente. el menú carece de variedad y no justifica el precio que se paga por la experiencia. Algunas áreas necesitan más atención en limpieza, especialmente en el baño de la habitación. ¡Esperaba más por el precio!!!

Increíble belleza, pero un trato impersonal al salir.

Diseño exquisito y atención excepcional

Me alojé en un hotel boutique que disponía de un diseño morisco impresionante, mezclando la arquitectura colonial española con detalles únicos en cada rincón. La atención fue fabulosa, Roberto nos guió hacia los mejores lugares de San Miguel y el masaje que contratamos fue muy reparador. Lo único que podría mejorar es la variedad en el desayuno, ya que había algunas limitaciones que no esperábamos.

La atención del personal, especialmente Roberto, fue excepcional, ayudándonos con recomendaciones de la ciudad. Solo noto que podrían mejorar algunos aspectos en la limpieza. Sin duda, volvería a disfrutar de su magnífico restaurante.

Maravilloso! Servicio excepcional, atención a los detalles, ambiente encantador.

El lugar tiene un diseño impresionante, me sentí muy cómodo. El desayuno era espectacular, con opciones frescas y variadas. El personal fue atento, siempre dispuesto a ayudar. Definitivamente volvería si tuviera la oportunidad.

El diseño y la decoración de este hotel son impresionantes, lo que lo hace muy acogedor y único. La terraza en el último piso proporciona una vista encantadora, aunque la comida, a pesar de algunos deliciosos sándwiches, no tiene suficiente variedad y no justifica el precio. La piscina al aire libre ofrece un respiro refrescante después de explorar la ciudad, pero el servicio en ciertos momentos me pareció un poco deficiente.

Un refugio de lujo en el centro

El hotel combina un diseño impresionante con un servicio cálido y profesional. La vista desde la terraza es un espectáculo que no te puedes perder.

Algunas áreas podían beneficiarse de mayor atención en la limpieza, pero nada que arruinara la experiencia general.

La piscina al aire libre es un oasis refrescante, perfecta para quitar el calor después de un día explorando la vibrante San Miguel de Allende. Las habitaciones están tan bien climatizadas que pasé más tiempo allí que en la ciudad misma. Además, el desayuno gluten-free me hizo sentir como un rey, ¡listo para conquistar el día!

Wifi inestable